Una mujer de nacionalidad portuguesa, María Luisa Rocha Silva, de 31 años, fue degollada por su marido, Miguel Silgado García, de 34 años, tras una discusión conyugal que se produjo en la noche del lunes en el domicilio del matrimonio, en la calle Alejandro Casona, de Oviedo. El presunto autor del parricidio se entregó a la Policía. La pareja tiene tres hijos de 15, 14 y seis años. Este fallecimiento eleva al menos a 32 el número de mujeres muertas a manos de sus maridos o compañeros en lo que va de año.
Según la policía, Miguel Silgado, asturiano, habría acuchillado a su esposa en el cuello durante una disputa conyugal por motivos económicos. Tras el hecho, el propio homicida llamó por teléfono a la comisaría y comunicó lo ocurrido. Silgado reconoció la autoría de la agresión mortal a su esposa ante los agentes que acudieron a la vivienda.
Una fuente policial aseguró que el matrimonio se había denunciado mutuamente hace unos meses. El diario La Voz de Asturias también ha publicado que la pareja, que llevaba sólo ocho meses viviendo en Oviedo, había protagonizado disputas frecuentes con anterioridad. En su anterior domicilio, en la localidad minera de Langreo, también habían vivido riñas y altercados. Según sus vecinos en Oviedo, el hombre había estado en tratamiento psiquiátrico.
El juez ordenó el ingreso en prisión de Miguel Silgado después de que éste reconociera ser el responsable de la muerte de su esposa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de septiembre de 2001