La Iglesia entiende que 'no existe una proporción' entre el esfuerzo que hace por la conservación de los archivos históricos y los bienes artísticos y la ayuda que recibe de las instituciones y el resto de la sociedad. Unos 150 investigadores eclesiásticos han pedido en Jaén, donde ayer se clausuró el congreso de la Asociación de Archiveros de la Iglesia en España, una mayor 'corresponsabilidad social' para el mantenimiento de estos bienes.
Los investigadores también han alertado sobre la interpretación 'sesgada' que, a veces, se hace de los documentos históricos que están en manos de la Iglesia. Los debates del congreso han girado en torno a la incidencia que tuvo, en el siglo XIX, la Desamortización de Mendizábal sobre los bienes eclesiásticos. Muchos archivos, monasterios y conventos fueron expoliados, muchas veces 'con una gran injusticia', según afirmó José María Martí, presidente de la Asociación Nacional de Archiveros de la Iglesia.
Jaén fue, según se ha destacado en el congreso, una de las provincias más afectadas por la Desamortización, resaltando el caso de Baeza, donde a finales del siglo XVIII existían siete conventos, 11 monasterios y 10 parroquias. Pese a todo, más de un siglo después la Iglesia sigue ejerciendo la propiedad del 75% del legado documental del país.
'Tenemos que encontrar fórmulas de convivencia y de uso público de esos bienes', señaló Martí, para quien la asociación que él preside ha sido pionera en habilitar instrumentos digitales de consulta, a través de páginas web, de los más de 23.000 archivos parroquiales y otros tantos catedralicios existentes en España, y que aportan información tan diversa como el origen de la lengua española, la evangelización de América o la Inquisición.
'Queremos que esos bienes estén a disposición de todos, lo único que pedimos es que se nos respete un poco', exclamó el presidente de los archiveros reunidos durante tres días en Jaén.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de septiembre de 2001