Uno de los temas estrella del debate político-económico en la Comunidad Valenciana en los últimos tiempos, como la posible fusión entre Bancaixa y la Caja de Ahorros del Mediterráneo, pasó por alto tanto para el PP como el PSPV. La única mención que merecieron las cajas de ahorro se inscribió en el rifirrafe sobre la politización de las instituciones. Sin embargo, nadie sacó a la palestra este tema que tanta crispación política ha provocado entre ambos partidos. En el debate, Eduardo Zaplana se limitó a presentar un panorama económico valenciano sin apenas escollos. Según defendió, coincidiendo con su gobierno, se había producido el periodo más largo de estabilidad económica en la Comunidad Valenciana, con un 'ritmo excelente de crecimiento' al margen de la coyuntura internacional. En su exposición, la economía valenciana ha demostrado un 'comportamiento diferencial positivo' pese a la desaceleración de la economía de los Estados Unidos y el estancamiento alemán. Por su parte, el PSPV trató de situar el debate sobre la realidad provocada por los últimos acontecimientos terroristas internacionales, que han enfriado la economía y han creado un nuevo escenario que puede afectar a los diversos sectores comerciales y productivos de la Comunidad Valenciana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de septiembre de 2001