El australiano Ian Thorpe, el mejor nadador del mundo, se salvó de estar en las Torres Gemelas de Nueva York durante el atentado, porque regresó al hotel para recoger una cámara fotográfica que se había olvidado y desde allí vio por televisión el atentado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de septiembre de 2001