España pudo ser objetivo de un ataque de aviones suicidas de fundamentalistas islámicos durante la Conferencia de Paz sobre Oriente Próximo que se celebró en Madrid en octubre de 1991. Según reveló ayer la Cadena SER, este plan, sobre el que fueron alertados los servicios secretos españoles, tenía como misión estrellar un avión en el Palacio de Oriente de Madrid, sede de la cumbre, y otro en un céntrico hotel madrileño donde se alojaba una de las principales delegaciones diplomáticas.
La operación terrorista estaba diseñada por radicales islámicos. Los aviones suicidas despegarían de Sudán con destino Madrid. Uno de los aparatos tenía como objetivo impactar directamente en el corazón de la capital contra el Palacio de Oriente el 10 de Octubre de 1991. Ese día, en el salón de Columnas de ese Palacio, se encontraban, entre otros, los dos principales dirigentes del mundo, el presidente George Bush y el presidente Mijaíl Gorbachov y más de 300 personas. El otro objetivo de los terroristas era un céntrico hotel que albergaba una de las delegaciones invitadas.
Apenas unos días antes, los servicios secretos españoles recibieron el aviso y la información gracias a sus contactos con los servicios secretos de otro país árabe. El Gobierno español puso en marcha todo un dispositivo de máxima alerta. Los aviones y cazas del Ejercito sobrevolaron de manera permanente nuestro espacio aéreo.
Tan solo manejaban esta información en el Gobierno el presidente Felipe González, el vicepresidente Narcís Serra, el ministro de Defensa Julián García Vargas y el ministro del Interior José Luis Corcuera y el secretario de Estado Rafael Vera.
En los principales centros de la cumbre se instalaron cuatro mini hospitales, con UVI móviles y helicópteros y a través de aparatos de Rayos X se llegaron a examinar hasta los bocadillos que estaban preparados para los asistentes a la reunión. Finalmente, el ataque de los aviones suicidas no se produjo.
La hipótesis que manejan algunas de las fuentes consultadas por la SER es que la acción kamikaze fue neutralizada y abortada en Sudán, el lugar de partida de los aviones.
El presidente norteamericano, George Bush; su secretario de Estado, James Baker; Mijaíl Gorbachov; el primer ministro de Israel, Isaac Shamir; los representantes de la delegación palestina, de otros países árabes, de la Union Europea y de la ONU se encontraban, todos ellos, ese día, ese 10 de octubre de 1991, en el Palacio Real.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de septiembre de 2001