Un policía nacional de paisano, de unos 55 años y cuya identidad se desconocía anoche, fue herido de gravedad por agentes del Cuerpo Nacional de Policía durante un tiroteo que se produjo en la madrileña glorieta de Quevedo pasadas las 00.30 de esta madrugada. El policía herido, que podría sufrir enajenación mental, según el Samur, se puso a disparar indiscriminadamente en medio de la plaza y "tuvo que ser reducido por sus propios compañeros" que patrullaban la zona, según informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.
Testigos presenciales relataron que, pasada la medianoche, un grupo de adolescentes se acercó al policía de paisano para pedirle tabaco. El hombre se llevó entonces la mano a la chaqueta y, ante la mirada atónita de los chavales, desenfundó una pistola, después de lo cual se puso a disparar indiscriminadamente. Una patrulla policial oyó los gritos de los jóvenes y acudió al lugar. "Le pidieron que parara de disparar, pero no hacía caso, así que tuvieron que reducirle" a tiros, según el portavoz de la policía.
El hombre recibió dos disparos en cada pierna, otro en una mano y uno más en el abdomen. Fue trasladado muy grave por los sanitarios del Samur al hospital Clínico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de septiembre de 2001