Me entero, a través de sus páginas, de que Phillips tiene pensado lanzar el DVD grabador que 'sustituirá a las cintas de vídeo'. Ahora que empieza a extenderse el rumor de que el formato CD tiene una vida útil de 20 años, empieza a asaltarme una duda: ¿a qué formato tendremos que recurrir los coleccionistas que hemos invertido en música muchos miles de pesetas en estos últimos años para conseguir que nuestro patrimonio cultural tenga un formato definitivo?
Muchas personas hemos invertido mucho tiempo y mucho dinero en pasar de cassette a CD lo que ya teníamos conseguido ante la amenaza de que el cassette desapareciese. ¿Ocurrirá lo mismo con el vídeo que con la música?, ¿tendremos que retroceder y volver otra vez a la cinta?, ¿cómo guardar aquel programa cultural o aquella serie o los bailes de la sobrina en la televisión autonómica si no es posible grabar de cassette a CD? ¿Y si lo conseguimos y, como dicen algunos, el CD se desintegra? ¿Quiere decirme alguien cómo guardamos el patrimonio cultural que atesoramos con infinita paciencia durante años y deseamos dejar a nuestros descendientes? Me parece que a las grandes multinacionales les trae sin cuidado la historia de cada persona, sus recuerdos y sus sentimientos. Si un virus es suficiente para borrar de un ordenador lo que tiene almacenado, permítanme que siga teniendo todo en papel impreso y, por supuesto, me siga dirigiendo a ustedes gracias a mi vieja Olivetti mecánica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de septiembre de 2001