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Pujol lleva el cristianismo catalán del siglo XX a Italia

Un rotundo 'Cataluña no existiría como pueblo sin la aportación caudal del cristianismo y la Iglesia', pronunciado anoche por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, fue el pistoletazo de salida de la exposición Germinabit. El Palazzo de la Cancelleria vaticano es el escenario de esta muestra de la producción intelectual cristiana y catalana a lo largo del siglo XX. El eje central lo constituyen los libros, un total de 800 volúmenes, entre los que figuran una edición de L'Atlàntida de Jacint Verdaguer dedicada al papa León XIII.

El plato fuerte bibliográfico proviene de las cuatro grandes bibliotecas religiosas de Cataluña: Balmesiana, Centro Borja, Montserrat y Seminario de Barcelona. Junto a esta expresión bibliográfica, que cuenta con las traducciones de los documentos conciliares, encíclicas y la Biblia, se hallan algunas joyas artísticas para explicar las raíces cristianas de Cataluña: una maqueta inédita de la nave central de la Sagrada Familia, una pintura anónima del siglo XV que representa a san Agustín o la reproducción del desafiante -por modernista- báculo del obispo Josep Torras i Bages, a quien se considera patriarca espiritual de Cataluña, obra de Josep Llimona.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de septiembre de 2001