El ertzaina C. G. D., quien sufrió quemaduras muy graves el pasado 5 de agosto al ser sorprendido junto a su compañero de patrulla por un grupo de encapuchados en una emboscada en Portugalete (Vizcaya), recibió ayer el alta hospitalaria. El agente, de 48 años, sufrió quemaduras de primer, segundo y tercer grado que afectaron al 28% de su cuerpo y desde aquel día ha permanecido ingresado en el hospital de Cruces, donde se le han realizado operaciones de injerto de piel. Ahora continuará su tratamiento a través de consultas externas, según el parte médico facilitado ayer por dicho centro, que añade que su evolución es favorable.
El agente y su compañero M. R. L., de 32 años -quien ya recibió hace días el alta médica-, ocupaban un vehículo camuflado de la policía vasca que acudió a un aviso por el ataque a un cajero automático. Un grupo de proetarras les estaban esperando y les lanzaron un rosario de piedras, tornillos y cócteles mólotov cargados con ácido. Ambos agentes sufrieron graves quemaduras y su coche quedó completamente destruido. Los encapuchados, que intentaron rematarles, se dieron a la fuga. La Ertzaintza sigue investigando el caso y todavía no ha efectuado ninguna detención.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de septiembre de 2001