Los ministros de Transporte de la Unión Europea, reunidos anoche en sesión extraordinaria en Bruselas por los atentados contra Estados Unidos, acordaron que los Quince adopten iniciativas comunes para incrementar las medidas de seguridad en el transporte aéreo. Entre esas medidas figura el aumento de controles de los equipajes, incluidos los de mano, y el establecimiento de sistemas para impedir que haya un acceso directo entre la zona de pasajeros y la de los pilotos, siempre opuestos a permanecer aislados durante el vuelo. Entre otras medidas, se planteó la identificación digital del piloto.
Los reunidos pusieron de relieve que las medidas de seguridad que se aplican a los vuelos nacionales (los aviones secuestrados en EE UU realizaban vuelos domésticos) deben ser idénticas a las existentes para vuelos internacionales, más rigurosas en toda Europa y Estados Unidos. A este respecto, técnicos de aviación civil aseguran que los sistemas de detección de armas y explosivos han mejorado enormemente en los últimos años, razón por la cual los terroristas optan ya por otras formas de actuación.
En el documento de trabajo de los ministros, se recuerda que, aunque el fenómeno de los secuestros aéreos se inició ya en los años setenta, lo ocurrido esta semana 'eleva el horror a otro nivel'.
Los cielos de Estados Unidos y Canadá se abrieron tímidamente el jueves a la aviación comercial, aunque la situación distaba mucho de parecerse a la de un día normal. Se calcula que, a primera hora de la tarde, estarían volando cerca de 250 aviones cuando en un día normal, la actividad aérea a esa misma hora registraba un total de 6.000 aviones operando, si se suman tanto aviones militares como privados.
Las consecuencias sobre las cuentas de resultados de las compañías aéreas son difíciles de evaluar, pero ya se han producido algunas estimaciones. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) cifra en 10.000 millones de dólares (cerca de 1,8 billones de pesetas) las pérdidas estimadas para todas las compañías por los sucesos de esta semana, sin contar futuros efectos que tendrá la imposición de nuevas medidas de seguridad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de septiembre de 2001