Las asociaciones de automovilistas se han mostrado contrarias a implantar en los vehículos un dispositivo que emita un fuerte pitido si el conductor sobrepasa el límite de velocidad establecido. Este proyecto está todavía en fase de discusión en el Parlamento Europeo, pero, si sale adelante, podría aplicarse en dos o tres años.
Mario Arnaldo, director de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), afirmó que esta medida es inviable y argumentó que no existe en la UE una normativa única sobre límites de velocidad. 'En Francia, la limitación de velocidad es distinta que la de España o Italia', explicó. En su opinión, 'el problema no está en los excesos, sino en la velocidad adecuada, y es un concepto muy distinto para el que no sirven los pitos ni los radares'.
En términos similares se manifestó el jefe de Comunicación del Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), Antonio Lucas, quien además señaló que la idea de la UE puede provocar, además de un encarecimiento de los precios, que el conductor se ponga nervioso por el pitido indicador y, en lugar de evitar accidentes, tenga el efecto contrario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de septiembre de 2001