Hubo de esperar el público que llenaba los tendidos hasta rozar los tres cuartos de entrada al sexto de la tarde para vibrar con la actuación de Diego Ventura. Justo de oficio, serio e intentando hacer las cosas a ley, cortó dos orejas. Rui Fernandes, bullidor y galerista, cortó una oreja. El drama corrió a cargo de Sergio Vegas: dos de sus caballos resultaron heridos. También cortó oreja. João Moura, tropezado, torpe y vulgar, palmas. Fermín Bohórquez, bien con las banderillas, palmas. João Salgueiro, palmas.
El ganado de Salustiano Galache resultó ser un saldo de terceras rebajas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de septiembre de 2001