China negó ayer todo contacto con el régimen de los talibán afganos, así como ciertas evidencias de estrechas relaciones con varios de los países que podrían estar implicados en los atentados terroristas perpetrados en EE UU. Los desmentidos chinos, emitidos dos días después de que un periódico paquistaní acusara a Pekín de haber firmado un memorándum de cooperación con los talibán, han sido acogidos con escepticismo.
'Estas informaciones carecen de fundamento', indicó un portavoz de la cancillería china. Según la revista Far Eastern economic review de Hong Kong, China ha intentado establecer contactos con los talibán para proporcionar contratos a varias compañías interesadas en participar en la reconstrucción de Afganistán, devastado por décadas de guerra civil, y para acabar con el apoyo afgano a los terroristas islámicos de la etnia uigur, de origen turco, que es mayoritaria en la provincia noroccidental de Sinkiang. Siria, Irán y Libia también se han beneficiado de una estrecha colaboración tecnológica con China, a pesar de las sanciones de la ONU y las acusaciones en foros internacionales contra sus regímenes, por su abierto apoyo a grupos que podrían estar implicados en los ataques a EE UU.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de septiembre de 2001