La Caja San Fernando de Sevilla ha sido condenada a restituir en su puesto a C.F.D. como directora de Empresas de la sucursal del Edificio Presidente, puesto del que fue destituida y destinada como cajera a una sucursal de Mairena del Aljarafe. Según el fallo del Juzgado de lo Social número 8 de Sevilla, se considera probado que C.F.D. alertó a sus superiores de una operación de 250 millones de pesetas realizada por una de las empresas participada por Caja San Fernando, Uriva S.A., 'por si fueran susceptibles de una operación de lavado de dinero'. Además, la directora declaró en las diligencias que se siguen desde 1999 en el Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla contra Uriva S.A. y varios altos cargos de la Caja San Fernando, por supuestos delitos societarios denunciados por el ex jefe de los servicios juridicos de la propia Caja San Fernando.
El fallo, que es firme y contra la que no cabe recurso, afirma que a partir de esos hechos 'la Caja mostró una evidente desafección por la actitud de la actora, llegando a desdotar de personal a la oficina que dirigía', a relevarla como directora y a trasladarla a otra sucursal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de septiembre de 2001