La acusación particular ha pedido dos años y un mes de prisión contra Juan José Guillén Trujillo, párroco de Cala (Huelva) en 1997, por un presunto delito de agresión con resultado de lesiones del que fue víctima Francisca Campano Moreno, vecina de la localidad. El Ministerio Fiscal ha calificado los hechos de 'falta de lesiones' y reclama al sacerdote el pago de una multa de 82.000 pesetas. La vista oral se celebrará el lunes 24 de septiembre en el Juzgado de lo Penal número 3 de Huelva.
El incidente se produjo la mañana del 24 de diciembre de 1997. El sacerdote y la mujer, que apenas se conocían, se encontraron en la cola del pescado de un supermercado de Cala. Ambos, en la conversación que entablaron, recordaron una pequeña discusión que habían mantenido cuatro meses atrás, debido a los juicios negativos que el cura vertió públicamente sobre la juventud. La mujer puntualizó aquel día al sacerdote que 'a los jóvenes había que otorgarles una escala de cero a diez, y a cada uno puntuarlo individualmente', según el sumario. Los ánimos entre los dos se caldearon en el supermercado. Pero la polémica no quedó ahí. Posteriormente volvieron a encontrarse en la calle. Francisca Campano Moreno, conocida, asegura que en ese momento, el sacerdote, presa de un fuerte estado de nervios, la llamó borracha y le propinó un bofetón que le arrancó un pendiente y las gafas y dió con ella en el suelo. El parte firmado por el médico forense del Juzgado de Aracena indica que la mujer sufrió una contractura paravertebral.
Juan José Guillén Trujillo oficia ahora en La Palma del Condado y se ha negado reiteradamente a llegar a un acuerdo amistoso para evitar el juicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de septiembre de 2001