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Samsung frena el ritmo de inversiones en su planta de Palau de Plegamans

La empresa abre una línea de producción

Palau de Plegamans

El grupo coreano Samsung ha puesto en marcha la anunciada ampliación de su centro de Palau de Plegamans, donde ha contratado a 100 personas para fabricar retroproyectores. La empresa, que preveía invertir 10.000 millones de pesetas en seis años, ha ralentizado sus inversiones. La dirección espera alcanzar este año en España unas ventas de 107.000 millones de pesetas.

El nuevo producto que fabricará Samsung en su planta catalana será el quinto de la compañía que saldrá al mercado. En la actualidad, ya fabrica televídeos, televisores con DVD incorporado, DVD y teléfonos móviles WAP. En 1999 la empresa anunció una inversión de 10.000 millones de pesetas en cinco año en telefonía móvil, un plan que está avanzando a un ritmo más lento de lo esperado. Si las inversiones van más despacio de lo previsto es porque no se han cumplido las expectativas de venta de teléfonos móviles dentro del mercado europeo.

Según el vicepresidente de Samsung, Xavier Rofes, el 'mercado europeo se ha estancado en 2001'. Al acabar este año, la multinacional coreana espera que la planta de Palau de Plegamanas genere un volumen de exportaciones dirigidas al mercado europeo de 45.000 millones de pesetas, 1.000 menos que el año pasado.

Rofes afirma: 'El futuro está en las pantallas de más de 32 pulgadas, nosotros empezamos con un modelo de 47 pulgadas que ser irá ampliando'. Si de septiembre hasta enero Samsung prevé fabricar 3.000 retroproyectores, el próximo año la cifra aumentará hasta llegar a 30.000.

Este año la inversión destinada a los retroproyecotres y al mantenimiento de los DVD ha sido de 500 millones de pesetas. Al finalizar el año 2001, Samsung espera obtener un volumen de ventas de 107.000 millones de pesetas. Este año la empresa ha generado 100 nuevos puestos de trabajo interno y 300 de trabajo indirecto entre sus proveedores.

El fantasma de la recesión económica tras los atentados sufridos el pasado martes en Nueva York y Washington no ha afectado, de momento, a la multinacional coreana, según aseguran sus responsables.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de septiembre de 2001