La Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo volvieron a coordinar ayer su actuación al bajar medio punto el precio del dinero. La medida frenó el impacto de la crisis que vive el país norteamericano por el atentado del pasado martes en las bolsas. Las europeas se recuperaron con subidas significativas mientras el Dow Jones lograba reducir su caída al 7,13%, considerada dentro de la horquilla lógica después de estar cuatro días sin cotizar. Los valores de las compañías aéreas, sin embargo, no lograron salvarse y tuvieron caídas del 40%. Al contrario, las industrias armamentísticas fueron de las pocas que se revalorizaron en Nueva York.
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La Reserva Federal estadounidense (Fed) decidió ayer, poco antes de abrir la Bolsa de Nueva York después de cuatro días cerrada, bajar los tipos de interés medio punto y situarlos en el 3%. La medida de choque fue secundada por el Banco Central Europeo (BCE), que también redujo el precio del dinero de la zona euro medio punto para dejarlo en el 3,75%. Buscaban evitar el descalabro de los mercados. Y lo lograron.
La nueva actuación coordinada de los bancos centrales -la anterior fue la inyección de 50.000 millones de dólares cada uno- hizo que las bolsas europeas tomaran el camino de las ganancias y cerraran con importantes recuperaciones. El índice Dow Jones del mercado estadounidense se dejaba al cierre el 7,13% de su valor y el tecnológico Nasdaq perdía el 6,83%, unas pérdidas algo superiores a las esperadas pero que entran dentro de la lógica, habida cuenta de las numerosas empresas europeas que cotizan en los mercados de EE UU y que debían ajustar sus cotizaciones en Nueva York tras las cuatro sesiones suspendidas.
Estos descensos se encuentran en líneas con los producidos en la crisis de octubre de 1997 por los problemas monetarios de los países asiáticos, pero distan de las del crash de 1929, donde el índice perdió más del 11%, y de la crisis de 1987, cuando Wall Street cayó el 22,61%.
En las bolsas europeas, muy castigadas durante la semana pasada mientras aguardaban la apertura de Nueva York (perdieron en torno al 10%), el rebote se consolidó de forma contundente e inmediata tras conocerse la decisión del BCE, que comenzó a circular por los parqués europeos media hora antes del cierre. La Bolsa de Madrid ganó el 2,46% y el Ibex, 2,65%, mientras que París se apuntó un alza del 2,71%; Londres del 3,01%, y Francfort, del 2,88%. Japón, que cierra por la mañana, no pudo reaccionar y perdió el 5,04%. La Bolsa de São Paulo avanzó un 5,09%, la bonaerense un 0,58%, mientras que la mexicana, más sensible a la debilidad económica de EE UU, retrocedió un 5,93%.
En este sentido, los analistas apuntan a que esta estrecha colaboración de política monetaria entre bancos centrales va a impedir movimientos bruscos entre las dos monedas. Sobre la decisión del BCE, su presidente, Win Duisenberg, afirmó que se daban las condiciones en la zona euro para dar este paso reconociendo que también sirve de apoyo a la economía estadounidense. "La incertidumbre sobre la economía norteamericana y la mundial ha crecido", recoge el comunicado oficial del banco central, informa Sandro Pozzi.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, manifestó su apoyo a la decisión de recortar los tipos ya que "es un buen ejemplo de la cooperación constructiva con Estados Unidos y demuestra la capacidad de la eurozona de responder rápidamente a los acontecimientos y actuar conjuntamente", declaró.
El euro retrocedió tras la acción de los bancos centrales en su paridad con el dólar. El euro subió durante la mañana hasta los 0,934 dólares (178 pesetas por dólar), pero a medida que avanzaba la jornada iba perdiendo fuerza para situarse prácticamente en los mismos niveles de la apertura de la sesión: 0,925 dólares (180,07 pesetas). También se han conocido datos positivos desde los mercados de materias primas, ya que el precio del petróleo cayó ayer más de un dólar para colocarse en 28,38 dólares por barril. El oro, sin embargo, continúa sirviendo de refugio para los inversores más miedosos y subía el 4,46%.
La positiva reacción de los inversores a las medidas monetarias han sido bien valorada por los mandatarios políticos y económicos que consideraron necesaria esta rebaja de los intereses para evitar la recesión de la economía norteamericana. Además de la inyección conjunta de dinero para evitar cualquier colapso en las finanzas mundiales, otra medida aplicada fue permitir la compra de acciones por parte de las propias empresas (autocartera). Esta autorización persigue que en momentos de pánico vendedor como el vivido la semana pasada en Europa, las empresas adquieran sus propias acciones y amortigüen los descensos. El banco norteamericano Morgan Stanley y la empresa Cisco se acogieron a esta excepcional opción.
Apelación al patriotismo
También se hicieron llamamientos al sentido patriótico para no vender acciones. El ex presidente de General Electric, Jack Welch; el afamado inversor Warrent Buffet o el príncipe saudí Al-Walid no tardaron en anunciar su intención de mantenerse. El presidente de EE UU, George W. Bush reafirmó ayer su fe en la buena marcha de la economía estadounidense. "Tengo gran fe en nuestra economía. Reconozco que ahora está en un momento difícil, pero los cimientos para el crecimiento están ahí".
Una de las enseñanzas de pasadas crisis ha sido la tardanza en reaccionar por parte de los bancos centrales. Un buen ejemplo es la crisis bursátil de 1929. El analista financiero Ignacio Gómez Montejo argumenta que "estas rebajas de tipos son lógicas en el contexto actual. Se debe mantener la confianza de los consumidores y de las empresas y con esta medida se consigue. Además, tanto los datos de inflación como de crecimiento en EE UU y Europa aguantan a la perfección estos recortes de medio punto. Es muy probable que la Reserva Federal vuelva a bajar en el plazo de un mes otro medio punto los tipos", concluye. Los analistas españoles añadieron que el recorte de tipos supondrá un abaratamiento de unas 5.000 pesetas en las hipotecas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de septiembre de 2001