La aerolínea australiana Ansett ha solicitado a 3.000 trabajadores de los 17.000 que integran su plantilla que vuelvan a sus puestos de trabajo para asegurar el mantenimiento de algunas divisiones de la compañía que el pasado viernes se declaró en quiebra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de septiembre de 2001