El tenor Luciano Pavarotti, de 66 años, compareció ayer ante el Tribunal de Módena (Italia), que le acusa de fraude fiscal, para decir que siempre ha actuado de buena fe y que se siente perseguido por la justicia italiana. El cantante, que acudió acompañado de tres abogados y de su compañera sentimental, dijo: 'No me siento culpable, y, si existe una ley que dice lo contrario, quiero que sepan que actué de perfecta buena fe'. El tenor está acusado de haber cometido irregularidades fiscales entre 1989 y 1995 por un valor cercano a los 3.700 millones de pesetas.
Para la Justicia italiana, el cantante es culpable de haber evadido el pago de impuestos en Italia, presentando como pretexto una residencia judicial en Mónaco, considerada ficticia.
Pavarotti había sido condenado en 1999 por el Tribunal de Módena a pagar una multa de 925 millones de pesetas, multa que fue ratificada meses más tarde. En el mes de julio de 2000 el cantante acordó con Hacienda pagar cerca de 2.400 millones de pesetas debido, según el tenor, a que su consejeros fiscales le aconsejaron pactar con el fisco alegando que le podría pasar algo más grave. 'Acepté porque quería dar buen ejemplo y para evitar que se siguiera dando tanta publicidad con ello a mi persona', indicó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de septiembre de 2001