Las tres víctimas que las huellas de los ajustes de cuentas dejaron ayer en un piso del Puente de Vallecas elevan ya a 12 el número de colombianos asesinados en Madrid en lo que va de año (en total, 63 personas han muerto en circunstancias violentas). La cifra, especialmente significativa -sobre todo porque las últimas seis muertes se han registrado en apenas 15 días-, tiene 'muy preocupado' al Gobierno colombiano, según declaró ayer el embajador en funciones de ese país, Arturo Vallejo.
'Estamos llevando a cabo un estrecho programa de colaboración con las autoridades españolas para dar con los responsables de estos hechos. Queremos que se evite la impunidad y que se sancione ejemplarmente a los culpables. En ese sentido, nuestro apoyo es sin restricciones', declaró Vallejo.
Hasta antes del suceso de ayer, que además de las tres mujeres asesinadas dejó a un hombre en estado de muerte cerebral, el consulado colombiano en Madrid manejaba la cifra de nueve fallecidos en circunstancias violentas hasta el mes anterior. Siete ciudadanos murieron asesinados a tiros y dos más por arma blanca.
Los crímenes más recientes, en los que se cree que actuaron sicarios contratados por las mafias colombianas, ocurrieron el 16 y el 29 de agosto. A mediados de ese mes las balas acabaron con la vida de la pareja formada por Edwin Restrepo Sánchez y Angélica Lasprilla Correa, de 24 y 22 años, respectivamente. Los dos murieron cuando se encontraban en el interior de un coche aparcado en batería en la calle de Manuel Noya, en Usera. Trece días después, y casi en idénticas circunstancias, falleció Julio César Trejos Guzmán, de 34 años, en un coche aparcado en la calle del Doctor Ramón Castroviejo, en el distrito de Fuencarral-El Pardo. La policía buscaba a Trejos Guzmán por tráfico de drogas.
Formación en España
'Somos conscientes de la dimensión del problema, pero estamos en contacto diario con Bogotá y gracias a ello podemos hablar de resultados importantes', señaló el embajador colombiano en funciones. Vallejo recordó que el pasado jueves el director general de la policía colombiana, Luis Ernesto Gilibert Vargas, sostuvo una reunión con su homólogo español, Juan Cotino, en la que, entre otras cosas, se abordó el asunto de los ajustes de cuentas registrados en Madrid en los últimos meses.
Los resultados dan cuenta de la desarticulación de 14 bandas, integradas en su mayoría por colombianos, dedicadas a asaltar joyerías y viviendas y al tráfico de drogas y trata de blancas. Arturo Vallejo anunció, además, que una delegación de la policía colombiana vendrá a España a recibir formación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de septiembre de 2001