La primera incidencia de la caída de matrícula en la Comunidad -un hecho, que no sólo está vinculado al descenso demográfico, según advierten las estadísticas- reside en la 'subvención por alumno a tiempo completo', indicador sobre el que pivota el grueso presupuesto ordinario de cada una de las cinco universidades públicas. Es por esto que una parte clave del modelo de Plan Plurianual de Financiación (PPF) 1999-2003 reside en el capítulo de financiación por objetivos de calidad, que se concibió como mecanismo regulador, y cuya concepción está hoy en juego de aprobarse los cambios propuestos por Universidades. Desde hace cuatro años, las universidades públicas valencianas, conocedoras del descenso paulatino de matrícula, realizaron un exhaustivo trabajo para crear un Sistema adicional de financiación por objetivos basado en una veintena de indicadores de calidad que garantizaran, superada la etapa de masificación de los campus y de crecimiento de matrícula, una inversión fija por parte del Consell del 1% del PIB. La fórmula regulaba el descenso anual de financiación ordinaria por alumnos, pero elevaba gradualmente la financiación adicional en base a los resultados de calidad obtenidos. Si se sustituyen estas reglas del juego por el modelo de Madrid de 'premiar la movilidad docente y estudiantil', la planificación valenciana y el PPF se verán desvirtuados, aventuran fuentes universitarias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de septiembre de 2001