El teniente fiscal anticorrupción, Luis López Sanz, solicitó ayer prisión incondicional para Pilar Giménez-Reyna, presidenta de Gescartera, por presunta estafa o apropiación indebida. La sociedad que preside ha dejado un agujero de 18.000 millones de pesetas de 2.000 clientes. Todas las acusaciones personadas en el caso, excepto dos, se han adherido a la petición. La juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios notificará hoy a las partes, a las 19.00, su decisión. Pilar Giménez-Reyna ofreció respuestas evasivas a las preguntas sobre sus anotaciones en dos agendas referidas a las gestiones de la CNMV en la inspección de Gescartera.
El fiscal pidió prisión incondicional atendiendo a la gravedad de los hechos y a los indicios de participación de Giménez-Reyna en un presunto delito de estafa o apropiación indebida. El fiscal dejó la puerta abierta a la imputación de otros delitos, como falsedad documental y delito societario. La defensa solicitó la libertad bajo fianza de cuatro millones de pesetas. Fuentes que estuvieron presentes en la vistilla consideraron la decisión de la juez Palacios de aplazar a hoy su resolución de "benevolente y práctica". Ello permite que Pilar Giménez Reyna comparezca hoy ante la comisión de investigación del Congreso. Todas las acusaciones, excepto dos que solicitaron medidas cautelares, se sumaron a la petición del fiscal. "La medida de prisión me parecería excesiva e injusta", declaró la presidenta de Gescartera tras declarar.
La declaración de la presidenta de Gescartera se reanudó ayer en la Audiencia Nacional después de que el fiscal y los letrados estudiaran las agendas de Pilar Giménez-Reyna, correspondientes a 1999 y 2000. Según fuentes de la acusación, la declarante proporcionó "respuestas absurdas" para aclarar determinadas acotaciones del diario. Así, Giménez-Reyna negó que una de las anotaciones, en las que se lee "repatriar dinero", fuera para traer el dinero a España y alegó que no entendía la letra.
La presidenta de Gescartera declaró no conocer al padre de Pilar Valiente ni tampoco a ésta hasta la comida de 26 de octubre de 2000, pero no pudo explicar por qué, si no los conocía, asistió al funeral del primero. "Fui, pero no la saludé", dijo en referencia a Valiente.
También añadió que nunca había hablado con Valiente a pesar de que en el diario figuran anotaciones sobre llamadas de ésta. La explicación, según la declarante, es que Valiente hablaría con alguien, y que posteriormente terceras personas se lo transmitirían a ella.
Además, Giménez-Reyna precisó que muchas de las anotaciones no se correspondían con la fecha en la que figuran, sino a fechas anteriores, y ella las apuntaba cuando se acordaba. Respecto a la anotación del 29 de abril de 1999 que dice "Enrique me llama. P. V. da un revés a D. Vives. Nos pide que aguantemos. No dar nombres cheques al portador. No son la A. T.", la declarante explica que se trata de dos frases.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de septiembre de 2001