Una veintena de policías municipales, con uniforme antidisturbios, protegió ayer el derribo de una casa ocupada desde hace dos años por el demonimado Comité Okupa Revolucionario Combativo (CORC). El motivo por el que el consistorio ordenó demoler el edificio radica en que la casa 'estaba en muy mal estado y era un peligro incluso para los peatones', afirma la concejal de Seguridad Ciudadana de Terrassa, Isabel Castillo.
De hecho, cuando la policía acudió al lugar, hacia las siete de la mañana, encontró la casa vacía. Los ocupantes habían sacado la mayoría de sus enseres ante la previsión de que se produjera el desalojo y hacía algunos días que nadie dormía en ella. Una vez los agentes comprobaron que la casa estaba deshabitada, las brigadas municipales iniciaron su derribo con el pico y la pala, ya que las máquinas no podían entrar en el recinto.
El de ayer es el cuarto desalojo de una casa ocupada por miebros del CORC.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de septiembre de 2001