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CRÓNICA

El Valencia resuelve en Rusia

El equipo de Benítez vence al colistade la liga rusa en un partido condicionado por el viento

El Valencia se tomó en serio su trabajo y se impuso con oficio a un rival tan flojo como poco estimulante. Sin brillo, cierto, pero superando al menos un enemigo imprevisto: un viento muy arisco que condicionó el encuentro. La velocidad de Rufete y el instinto goleador de Mista bastaron para dejar la eliminatoria casi sentenciada.

Después de dos años envueltos en el lujo de la Liga de Campeones, el Valencia entró ayer de lleno en la intempestiva Copa de la UEFA: un rival de las catacumbas del fútbol, un campo sin apenas público y, como metáfora de tanta aspereza, un viento huracanado que se levantaba desde las orillas del mar Negro y transportaba el balón a su antojo.

CHERNOMORETS 0| VALENCIA 1

Chernomorets: Guerous, Kiryukhin (Sourodine, m. 90), Pavlus (Osipov, m. 82), Alyakrinskiy, Bezhenar, Schepchenko, Erchov, Maiorov, Sviftunov, Oleinik y Zouev (Oreschuk, m. 60). Valencia: Cañizares, Curro Torres, Djukic, Pellegrino, Carboni, Marchena (Navarro, m. 90), De Los Santos, Rufete, Kily González (Vicente, m. 69), Sánchez y Mista (Carew, m. 77). Goles: 0-1. M. 55. Mista marca desde muy cerca de la línea de gol, después de un disparo de Sánchez que no atrapa el portero ruso. Árbitro: Fiorenzo Treossi (italiano). Amonestó a Erchov, Marchena y Pavlus. Partido de ida de la primera ronda de la Copa de la UEFA disputado en el estadio de Trud ante unos 9.000 espectadores. El partido se disputó seis días después de la fecha original tras el aplazamiento de la pasada semana por los atentados en Estados Unidos.

En esas condiciones era difícil meterse en el partido, pero algunos sí que lo hicieron. Sobre todo dos chicos que intentan ganarse la titularidad: el interior Rufete, que ya ha puesto a punto esa capacidad de desborde por la banda derecha que lo caracteriza; y el delantero Mista, que busca un hueco en el ataque a través de regates y disparos de cierto calibre. Lástima que le falte una pizca de velocidad.

Con el viento a favor en el segundo tiempo, el Valencia aumentó el ritmo para marcar las enormes diferencias que lo separan del colista de la liga rusa. De nuevo Rufete burló a menudo a su marcador, mientras Mista abrió la lata tras un balón que no blocó el portero ruso en un disparo con la punta de la bota derecha de Sánchez. Luego, el Valencia debió golear, pero se conformó.

Lo peor, como una maldición, estaba por llegar, pues tras la odisea de la semana anterior, al cierre de esta edición, la expedición tampoco había podido despegar del aeropuerto ruso por un problema en el plan de vuelo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de septiembre de 2001