Los clientes estadounidenses de Boeing están al borde de la bancarrota, con pérdidas para este año que van a oscilar entre los 5.000 y los 10.000 millones de dólares. American Airlines, la mayor compañía del sector, se sumó ayer a la ola de despidos en el sector anunciando que eliminará 20.000 empleos, el 15% de la plantilla.
Continental, la quinta compañía aérea de Estados Unidos, ya había anunciado la pasada semana 12.000 despidos, la quinta parte de su plantilla, y apuntó que podría ir a la quiebra en octubre. US Airways va a rebajar en 11.000 sus empleos. Todas las líneas aéreas han suprimido entre el 20% y el 25% sus vuelos.
Ésas son las grandes firmas, que se espera que sobrevivan a la crisis. Otras más pequeñas, con menos recursos, como American West, con 2.000 despidos, y American Trans Air, con 1.500, pudieran desaparecer. Midway Airlines, una compañía regional que ya atravesaba dificultades, cerró al día siguiente de los atentados.
El negro panorama que se le presenta al gigante de Seattle lo forzó ayer a hacer hincapié en que el mercado chino será crucial para la recuperación de los pedidos de aeronaves. Boeing ha calculado que el mercado chino necesitará 1.760 aviones entre este año y 2020 para hacer frente al incremento del 9,3% en el tráfico aéreo. Las ventas en China supondrían, según la empresa, unos ingresos de 25 billones de pesetas (un cuarto del PIB español).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de septiembre de 2001