Las principales compañías aéreas norteamericanas han anunciado que suspenden su política de descuentos para los billetes de vuelos domésticos comprados a través de Internet. La mayoría de ellas, como TWA o American Airlines, ofrecían rebajas en este tipo de compra para favorecer la expansión de la venta en línea, un canal con menos coste para las compañías. Iberia ha informado a este diario que mantiene su política de rebajas en ofertas concretas para compras en línea.
La decisión de las aerolíneas norteamericanas coincide con los problemas que atraviesan los sitios de venta de billetes por Internet. Tras la reanudación del transporte aéreo, las compras en línea han caído un 40% con respecto a la semana anterior al atentado y su cotización en Bolsa ha descendido entre un 30% y un 40%.
Un bajón que se explica no sólo por la caída general en la contratación de vuelos si no porque las nuevas medidas de seguridad impuestas han obligado a suprimir algunas de las comodidades de que disfrutaba el viajero que adquiría su billete por Internet. Éste ya no puede, como sucedía antes, presentarse al embarque con el simple resguardo de la compra en línea. Debe ir pertrechado con una copia del billete e identificarse en el mostrador de embarque. Aunque el descenso de ventas perjudica a todas las intermediarias de la red, no todas tienen la misma capacidad de aguante. Expedia, por ejemplo, ya había diversificado su mercado entrando en la reserva de hoteles y coches. Priceline, otro grande del sector, podrá soportar mejor la crisis ya que no tiene problemas de financiación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de septiembre de 2001