Las ventas se impusieron de nuevo en la renta variable española tras una apertura de Wall Street claramente a la baja. El temor a una recesión económica en todo el mundo, junto con la incertidumbre respecto a la acción que pueda tener EE UU, truncó cualquier intento de recuperación de las bolsas.
Las primeras horas de contratación transcurrieron en unos niveles muy tranquilos, pero las malas noticias respecto a los resultados de muchas empresas fue otro factor más a añadir a la ya dañada situación de los mercados.
La Bolsa de Madrid finalizó con un descenso en su índice del 1,33%, mientras que el Ibex 35 perdió un 1,56% y quedó por debajo del nivel de los 7.000 puntos. El sector bancario volvió a ser el más castigado, con pérdidas para el BBVA y BSCH del 4,56% y 2,12%, respectivamente. Muchos analistas consideran que este colectivo sería de los primeros afectados ante una posible recesión de la economía y también por la exposición que tienen principalmente en Argentina. Repsol sufrió una caída superior al 5%, perjudicada por el precio del petróleo. La Bolsa española fue la que mejor comportamiento tuvo respecto al resto de las plazas europeas, con retrocesos por encima del 2% para Londres y París.
El volumen de negocio en el mercado continuo fue superior al registrado en los últimos días, con 333.895 millones de pesetas efectivas, 2.006 millones de euros.
En divisas, el euro marcó un cambio medio en 0,9258 dólares, aunque por la tarde se cambiaba por encima de los 93 centavos de dólar. Desde los atentados, el euro se ha revalorizado un 2,33%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de septiembre de 2001