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ESCÁNDALO FINANCIERO

Gescartera se cobra la segunda víctima con la dimisión de la presidenta de la CNMV

Pilar Valiente declara que deja el organismo con su 'honor profesional a salvo'

Pilar Valiente dimitió ayer como presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), once meses después de llegar al cargo por decisión del Gobierno a propuesta formal del vicepresidente Rodrigo Rato. Las continuas revelaciones sobre el caso Gescartera han destapado una densa maraña de complicidades entre técnicos del organismo regulador de los mercados y los responsables de esta agencia de valores, de la que han desaparecido 18.000 millones de pesetas, que, en última instancia, han forzado la salida de Valiente. La aparición de un dietario de Pilar Giménez-Reyna, presidenta de Gescartera, en el que Pilar Valiente resulta citada en numerosas ocasiones, y del que se desprende que la ya ex presidenta de la CNMV ayudó sistemáticamente a los responsables de la agencia de valores, le asestó el golpe definitivo. Valiente dijo ayer, en un comunicado, que se va 'con la conciencia muy tranquila'.

'Mi obligación es abandonar mi puesto, con el sacrificio personal que eso representa'

La dimisión se hizo pública mediante un comunicado a las 8.45, un día después de que los partidos de la oposición exigiesen el cese "fulminante" de Pilar Valiente, cuya presidencia se había visto envuelta por la polémica desde que estalló el caso Gescartera, a mediados del pasado julio. Desde entonces, un continuo goteo de informaciones han apuntado que funcionarios de la CNMV, entre ellos la propia Pilar Valiente, podrían haber ayudado a Antonio Camacho, el dueño de Gescartera, a sortear los mecanismos de control del organismo para evitar un fraude como el que se ha producido.

Las continuas informaciones en este sentido y sus correspondientes intentos de desmentido habían abocado a la CNMV a una situación en la que su capacidad de vigilar y ordenar los mercados financieros de España quedaba condicionada, mientras la prensa internacional comenzaba a dar cuenta del escándalo.

Juan Jesús Roldán, hasta ahora vicepresidente, asume las funciones de Pilar Valiente hasta que el Gobierno, que estudiará su dimisión en el Consejo de Ministros del viernes, nombre a su sustituto.

Valiente cobraba alrededor de 20 millones al año de los presupuestos de la CNMV, que se nutren de las tasas cobradas a las empresas de servicios de inversión. Bajo su presidencia, se inscribió a Gescartera como agencia de valores en el registro oficial, pese a incumplir los requisitos inicialmente exigidos. Pero la revelación, el lunes pasado, de que Valiente había informado a los responsables de Gescartera de la marcha de la inspección a la que estaban sometidos, contenida en la agenda personal de Pilar Giménez-Reyna que obra en poder de la Audiencia Nacional, ha sido el elemento que ha forzado, finalmente, su dimisión.

En ese diario, el 16 de abril de 1999, la presidenta de Gescartera escribió, a propósito de un consejo de la CNMV en el que el anterior presidente, Juan Fernández-Armesto, y el entonces director general de Supervisión, David Vives, trataron de intervenir la sociedad de Camacho: "Sólo está Pilar Valiente, que avisa rápidamente".

Valiente explicó ayer en su comunicado que la situación se había vuelto insostenible. "La institución que me he honrado en presidir no puede seguir sometida al acoso que ha sufrido en los últimos tiempos, por lo que creo que mi obligación es abandonar mi puesto con el sacrificio personal que eso representa. Creo que es lo que más conviene a una institución como la CNMV, a la que he respetado y admirado desde que llegué a ella".

Valiente llegó a la CNMV en 1998 como consejera y, desde su incorporación, junto con el vicepresidente de la CNMV y ex diputado del PP Luis Ramallo, y el apoyo del entonces consejero José María Roldán -hoy en el Banco de España- cambió en numerosas ocasiones la política que había seguido Fernández-Armesto y su predecesor, Luis Carlos Croissier, de hacer públicas las sanciones impuestas por faltas graves.

No hacerlo es legal, pero según los expertos, no contribuye a la necesaria transparencia de los mercados financieros. Precisamente, la multa impuesta a Gescartera, en el consejo del 13 de julio del año pasado, no se hizo pública por esta razón, lo que impidió que sus clientes conociesen las graves irregularidades allí cometidas y pudieran sacar su dinero. Además de oponerse en este punto a Juan Fernández-Armesto, Pilar Valiente y Luis Ramallo argumentaron en contra de la intervención de Gescartera, en un consejo el 16 de abril de 1999 en el que se estudió un informe de David Vives que detallaba graves irregularidades. Su argumento fue que no había pruebas sólidas de que faltaba dinero.

Valiente defendió ayer todas sus actuaciones en la CNMV: "Me voy no sólo con la conciencia muy tranquila, sino también, y así quedará patente muy pronto, con mi honor profesional absolutamente a salvo. Puedo responder y respondo de cada una de mis decisiones y de todas mis actuaciones, con las que siempre busqué cumplir firmemente con las responsabilidades que me fueron encomendadas cuando fui nombrada".

Valiente compareció el 2 de agosto en el Congreso a petición propia para explicar la intervención de Gescartera decidida el 14 de junio por el organismo que presidía. Los diputados aceptaron sus explicaciones y salieron con la impresión de que la Comisión había actuado con cierta diligencia con Gescartera.

Sin embargo, los hechos que se conocieron a partir de entonces dejaron en evidencia las lagunas y los olvidos de Valiente. Entre ellos, las comidas que tuvo con los dueños de Gescartera, a los que la CNMV había sancionado previamente, o los regalos recibidos.

En aquella comparecencia, Valiente dijo que decidió intervenir Gescartera sin que mediara denuncia alguna. Después se supo que Caja Madrid había denunciado, dos semanas antes, el intento de falsificación de un tampón de una de sus sucursales. Hubo un dato que sí aportó Valiente, y que calificó de "aparentemente contradictorio". Relató que en el mismo consejo de la CNMV en el que se decidió imponer una sanción grave a Gescartera se aprobó también elevarla a agencia de valores. Los diputados podrán recordárselo el próximo jueves.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de septiembre de 2001