Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Woody Allen: 'Y nosotros bromeando sobre el apocalipsis'

'Es una catástrofe, pero lo que más me conmueve y me sorprende es que nos ha cogido por sorpresa. Hace años que hablamos de un ataque así, se han realizado películas sobre el tema, hacíamos chistes sin parar y ahora nuestro modo típicamente neoyorquino de imaginar lo inevitable se ha convertido en realidad'. Woody Allen comenta conmovido pero lúcido el drama de su ciudad, la ciudad de la cual es cronista y cantor. La Repubblica recogía ayer una entrevista realizada por DIZ Munich, la ciudad donde Allen ha iniciado la gira europea de promoción de su nuevo filme.

Allen se pregunta si Bush será capaz de liderar al país: 'Es cierto que nuestro poder, nuestro establishment, está compuesto por mucha gente, el Senado, la Cámara, los consejeros del presidente... Pero la estrella del drama es él'.

El director de Manhattan considera que es 'una singular cualidad de los neoyorqinos' la mezcla de emoción y frialdad que se ha vivido estos días. 'Es verdad que ha sido una catástrofe totalmente insensata y loca. Pero todos sabíamos que era inevitable. Y al final no queda nada nada más que el efecto dramático, como en una película de James Bond: vivimos casi en una trama de Hollywood, pero sin sentido. Miles de personas han muerto. Judíos, americanos, ingleses, chinos, mejicanos, árabes, cristianos... Pero los responsables del horror no han conseguido nada, ni siquiera han rendido un servicio a su causa, aparte de este trágico efecto cinematográfico'.

Preguntado sobre si el país superara el choque, Woody Allen afirma: 'En el pasado, Estados Unidos siempre ha logrado rehacerse en situaciones parecidas, aunque ahora afronta una serie de problemas particulares. Tenemos necesidad de un nuevo modo de pensar. La vida sigue y no cambiará mucho. Pero habrá cambios dramáticos en el clima político, que implicarán a nuestro Gobierno más que a otros, y requerirá que todos nos pongamos a trabajar juntos para poner fin al problema. No me refiero al sentido militar, sino al de descubrir qué empuja a seres humanos a realizar actos de ese género. Debemos reflexionar mucho antes de ceder al impulso del momento'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de septiembre de 2001