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El Celta pone rumbo a la segunda ronda ante el Sigma

El Celta puso rumbo a la segunda eliminatoria de la UEFA en un partido horroroso, del que sólo salió bien parado por el modestísimo papel del Sigma Olomuc y porque los goles le acompañaron pese al mal juego. Sufrió un mundo el conjunto de Vigo para adelantarse, pero acabó divirtiéndose cuando a los checos no les quedó otra que abrir huecos. El partido de vuelta será un trámite.

El gol de Karpin auxilió a un Celta que a esas alturas de partido, cuando ya se enfilaba el descanso, comenzaba a emitir señales de desesperación. Y él mismo acabaría la tareacon el cuarto tanto. No reservó demasiadas bazas Víctor Fernández en el equipo, y a los titulares pareció pesarles la responsabilidad de enfrentarse a un equipo menor. En todos los sentidos derrochó modestia el Sigma Olomuc, incluso en el remate, porque al cuarto de hora Hapal cabeceó fuera un balón que sólo tenía que empujar con la cabeza.

Ese susto y un par de ellos más en contraataques acabaron por desesperar al Celta, que completó un partido horroroso. Demasiado protagonismo en el juego para Vagner, un futbolista empeñado en conducir la pelota e incapaz de servirla con precisión. Demasiado protagonismo también para Juanfran: el lateral zurdo se pone en evidencia cuando tantos balones circulan por su banda, y el fútbol del Celta se resiente.

Así las cosas, con el conjunto vigués perdido y con un rival que sólo sobresalió en carrera, el partido derivó en peñazo. Pero el resultado lo salvó todo, naturalmente.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de septiembre de 2001