El Ministerio de Defensa ha ordenado al portaaviones Príncipe de Asturias y a la fragata Reina Sofía que cancelen la visita que a partir de hoy iban a realizar a Barcelona, con motivo de las fiestas de La Mercè, y regresen a su base de Rota (Cádiz), donde, como las demás unidades de la flota, deben aguardar hasta nueva orden listos para zarpar.
Se trata, según las fuentes consultadas, de una medida de carácter preventivo ante la posibilidad de que la evolución de la crisis generada por los atentados del pasado día 11 en Nueva York y Washington aconsejen su empleo.
España aún no ha decidido cuál será su aportación a la coalición internacional contra el terrorismo liderada por EE UU, pero una de las hipótesis que se barajan es el envío de uno o varios buques. Durante la guerra contra Irak (1991), España mandó dos corbetas y una fragata al mar Rojo y el golfo Pérsico. Además, el Grupo Aeronaval de Combate, con el portaaviones a la cabeza, realizó misiones de patrulla en el Mediterráneo.
Aunque Afganistán carece de costa, las tareas de vigilancia y la propia protección de los portaaviones de EEUU desplazados al Golfo podrían aconsejar a medio plazo la formación de una flota multinacional, según las fuentes consultadas.
Por otro lado, el 63% de los españoles cree que el Gobierno ha hecho bien alineándose sin matices con EE UU en esta crisis, según el pulsómetro del Instituto Opina para la Cadena Ser. Sin embargo, el 73% teme que los ataques terroristas y una posible respuesta de EE UU puedan provocar una escalada de violencia que lleve a un conflicto mundial y el 82% cree que el Gobierno debe informar al Congreso antes de apoyar la intervención.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de septiembre de 2001