Se han inscrito ya 1.500 personas. La entrada cuesta cinco mil pesetas, pero la fiesta promete. Le han bautizado con un nombre en inglés: Hedonism Party y se celebra en Río de Janeiro este fin de semana. Son 50 horas de placer sin límites, ya que durante ese tiempo, para la personas inscritas, 'todo está permitido en materia de sexo'. Cada una puede hacer el amor con quien quiera, siempre que sea con mutuo conocimiento, pero al descubierto, sin esconderse. El lugar son 10.000 metros cuadrados en un parque en el que hay de todo desde piscinas a pistas de baile. Entre los inscritos el 60% son varones y el 40% mujeres, pero los encuentros no van a respetar sexo, cada uno podrá disfrutar con quien quiera. El alcalde de Río, César Maia, ha estado indeciso hasta el último momento y dudaba si permitir o no dicha fiesta del placer, sobre todo por tener lugar en pleno luto del atentado de Nueva York, pero ha debido pensar que es precisamente en tiempos de miedo y de tambores de guerra cuando la gente necesita válvulas de escape para descargar la tensión. Y la fiesta se celebra. Parece ser que existe sólo una limitación: que cuando se junten para hacer el amor sean grupos pequeños, nada de amontonamientos. Es decir, un poco de decencia dentro de la promiscuidad, han debido pensar los organizadores.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de septiembre de 2001