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OPINIÓN DEL LECTOR

Religión en Castilblanco

No entiendo la actitud de algunos obispos en relación con el cese forzoso de dos profesoras de Religión en Almería y Málaga. Parece que los prelados están usando dos varas de medir diferentes: una menos rigurosa para ciertos clérigos que dan clases de Religión en IES y otra dura e inflexible para profesores laicos.

Canarias, Murcia, Almería, Málaga... ¿Por qué no en Sevilla? Aquí en Castilblanco, la asignatura de Religión del IES Castilblanco ha sido rechazada por gran número de alumnos. Muchos padres están indignados por el carácter intratable del sacerdote que hasta ahora ha ejercido la docencia, hecho éste que ha reducido sensiblemente el número de alumnos que optaran por esta asignatura. Además, no podrá negar este sacerdote que ha vivido grandes salidas nocturnas con los profesores del centro: llamando la atención con un bonito sombrero de mimbre que no se quitó durante toda una cena en un respetable mesón de Felipe II, bailando en una discoteca del Edificio Viapol hasta altas horas de la noche y rodeado de señoritas que le realizaban bromas innombrables.

La púrpura sevillana podría apartar a este señor para que reflexionara y cambiara de actitud, como ha hecho con la profesora de Málaga, y con el agravante de que la asociación de padres del centro de Castilblanco ha tratado este problema.

A algunos obispos les acoge el Derecho y la legislación actual, sin embargo, espero que aprendan la lección de justicia y tolerancia que les está dando la sociedad civil; sí, la Justicia, ese valor del reinado de Dios -sociedad nueva- que los católicos y no creyentes hemos de construir; pero, señores prelados, ¿se han leído ustedes el Evangelio? No utilicen dos varas de medir.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de septiembre de 2001