El cambio se produjo la temporada pasada. Y a partir de hoy los 16 equipos que compiten en la Liga parten con el objetivo de demostrar que no hay una regresión. El Barça, ganador de todos los títulos en 2000, se quedó con un papel tan secundario en el último curso que no jugará la Copa de Europa, un torneo que ganó cinco años consecutivos. El protagonismo corresponde al Ademar, campeón vigente; el Portland, campeón de Europa, y el Ciudad Real, que ha fichado a Duishebáev. El Barça ha dejado de ser el referente, pero se niega a aceptar su nuevo papel.
- Refuerzos. 'Ya no hay rival pequeño'. La frase de Rivera, técnico del Barcelona, no es un tópico. Todos los equipos se han reforzado bien. Arriba, hay clubes desequilibrantes: Ademar, Portland, Barça y Ciudad Real. Pero, por detrás, Gáldar, Valladolid, Granollers, Bidasoa, Cantabria y Altea marcarán el desarrollo del torneo en sus pistas.
- Psicología. El Barça ha perdido ascendente. 'Ya no causa temor, sino que sabemos que podemos ganarle', dice Equisoain, el técnico del Portland. Al Barça le juegan con otra mentalidad y el cuadro de Rivera deberá recuperar sus fundamentos (velocidad, entrega, concentración) para reactivar el miedo escénico.
- Retornos y ausencias. La Liga recupera a un jugador de la talla de Duishebáev, que deja Alemania. Forma parte del ambicioso proyecto del Ciudad Real, que aspira al título bajo la batuta de Vujovic. Junto a él se incorporan el danés Krampau (Ademar), el sueco Franzen y los yugoslavos Lapcevic y Bojinovic (Barça), el yugoslavo Jovanovic (Portland), y el ruso Pogorelov (Ciudad Real). Hay también grandes ausencias: Nagy (Barça), a la espera de que pueda inscribirse como comunitario; Olalla, Schwarzer y Lozano, en Alemania, y Barbeito, retirado. Y una incógnita: la recuperación de Masip, con problemas físicos.
- Reglamento. El sistema premia la regularidad: todos contra todos a dos vueltas. Entre los cambios, destacan: el penalti sólo se pitará si hay ocasión clara de gol; no será penalti pasar el balón al portero y que éste lo meta en su área; no se pitará golpe franco por enviar el balón fuera del terreno de juego. También se precisa mejor el juego pasivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de septiembre de 2001