El policía nacional que causó la muerte por un disparo, a Juan Carlos M. P., de 28 años, durante una persecución en Granada, quedó en libertad ayer, un día después de los hechos, al no haber ninguna acusación que pida su encarcelamiento como medida preventiva. La Fiscalía entiende, a la luz de los datos obtenidos, que el agente 'pudo tener una conducta negligente' que no es suficiente para pedir su ingreso en prisión, aunque sí continuará la investigación.
El hombre fallecido, que tenía numerosos antecedentes y estaba reclamado por tres juzgados, fue abatido por el agente en el transcurso de una persecución. El policía se acercó con la pistola en la mano al vehículo que conducía la víctima, pero cuando trató de acelerar para huir, se produjo el disparo y quedó gravemente herido, según la versión del Cuerpo Nacional de Policía. El hombre fue trasladado al Hospital Clínico, donde murió a los pocos minutos.
Los hechos ocurrieron sobre las seis de la tarde del viernes en una zona próxima al campus universitario de Fuentenueva. En un descampado había una furgoneta que la policía identificó como robada, por lo que varios agentes se acercaron al vehículo, conducido por la víctima y en el que también había una mujer, que se puso en marcha precipitadamente y así se inició una persecución que finalizó cuando la furgoneta fue interceptada en la calle Goya y uno de los policías apuntó con su pistola al que después resultó muerto.
La autopsia practicada ayer constata, según informó Efe, que la víctima recibió un disparo en el tórax efectuado a corta distancia y que la trayectoria de la bala puede ser compatible con la versión dada por la policía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de septiembre de 2001