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"Hemos tenido momentos de un juego exquisito"

Del Bosque elogia a su equipo, en el que Zidane participó más que nunca

La incontestable victoria del Real Madrid sobre un Espanyol blando e inocentón, la primera de los blancos desde que comenzó el campeonato, borró de un plumazo todas las dudas que el vigente campeón había alimentado a lo largo de las tres jornadas anteriores. El 5-1 no dejó lugar a dudas. De un bando, y del otro, las flores llovieron sobre los merengues. "Hemos hecho un partido muy completo, con algunos momentos de un juego exquisito. En general, han sido 90 minutos muy bien aprovechados por el equipo. Creo que la afición habrá salido contenta", opinaba Vicente del Bosque. Al técnico madridista, siempre sosegado, se le notaba anoche un brillo de satisfacción.

Paco Flores, el técnico del Espanyol, no le quitó la razón. Al contrario, reforzó los argumentos de su colega. "No hay nada que objetar. El Madrid ha sido superior, y por lo tanto no nos queda más que felicitarle. Ha hecho un partido excelente, con un juego muy fluido, moviendo el balón siempre al primer toque. Con ese fútbol, nosotros nos hemos quedado sin argumentos, porque nuestro juego está basado en la presión, pero ante la velocidad que ha demostrado el Real Madrid no tiene ninguna eficacia".

Detrás de esa velocidad en el desplazamiento de la pelota de la que habló Flores estuvo Zidane, que cuajó el mejor partido desde que aterrizó en el Madrid. En el vértice superior del rombo del centro del campo por el que Del Bosque se decantó ayer, el francés dirigió con soltura y destreza el fútbol blanco. A Zizou se le vio a gusto, casi siempre por delante de la línea media, moviéndose por todo el ancho del campo, mostrándose a sus compañeros, desbrozando el juego ofensivo. Con las espaldas bien cubiertas por Makelele, siempre por detrás del balón, Zidane dejó a un lado las ingratas tareas defensivas y se dedicó a lo que mejor sabe: darle aire a la pelota. Lo hizo a izquierda -Roberto Carlos y McManaman- y derecha -Figo-, y también hacia la punta de ataque -Raúl y Munitis-.

Zidane, omnipresente

La presencia de Zizou en el juego de su equipo fue abrumadora. Participó en 83 de las 114 jugadas de su equipo, con un total de 61 pases, mayoritariamente hacia la banda izquierda. Trece fueron para McManaman; al que siguió Roberto Carlos, con 10. A Raúl le envió nueve; a Figo, ocho; y a Munitis, seis. Con el interior inglés, la conexión tuvo doble dirección. Si a McManaman fue a quien más balones centró el francés, aquél fue también quien más pases envió a Zidane. También 13. Nueve le mandó Hierro, por donde se descubre cómo construyó ayer su juego el Madrid, siete Roberto Carlos y Makelele, y seis Karanka.

Los números desvelan la trascendencia de Zidane en la victoria sobre el Espanyol. Los defensas le buscaron una y otra vez para empezar el juego, y él repartió el balón entre los delanteros. El resultado, 5-1 y 20 remates a puerta, 15 entre los tres palos.

Del Bosque descartó que el cambio de sistema -ayer empleó un 4-4-2 con el centro del campo en rombo y un sólo pivote defensivo, cediendo mucho más terreno a Zidane- fuese la clave de la notable mejoría del marsellés. "No hay un sólo camino para la victoria", esgrimió.

Hierro tampocó quiso hablar del sistema -"Eso es una responsabilidad del técnico", dijo-, pero sí reivindicó a Zidane. "A todos los equipos y jugadores del mundo les gustaría tenerle por compañero. Es un futbolista grandísimo y una suerte que esté a nuestro lado".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de septiembre de 2001