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BALONCESTO

Estudiantes gana con Felipe Reyes al Real Madrid

REAL MADRID 82 / ESTUDIANTES 95

Real Madrid: Raúl López (8), L. Angulo (17), Vukcevic (5), Struelens (11), Tabak (8), -equipo inicial-; Djordjevic (5), Tarlac (18), Llorente e Iturbe (10).

Estudiantes: Azofra (5), Garnett (21), Jiménez (6), Patterson (12), A. Reyes (14), -equipo inicial-; Jasen (12), G. Martínez (7), Yáñez (3), F. Reyes (7), Vidaurreta (2) y Gabriel (6).

Parciales: 20-26, 22-31, 24-25 y 16-13.

Árbitros: Sancha, Requena y Sánchez Montserrat. Eliminado Raúl López (m. 38)

3.500 espectadores en el pabellón Príncipe Felipe de Arganda. Final del XVIII Torneo de la Comunidad de Madrid

Ganó el Estudiantes, y ganó Felipe Reyes, pero mientras que para el equipo todo fueron aplausos, para el jugador sólo hubo pitos y abucheos. La Demencia no se olvidó de los coqueteos del joven pívot con el eterno enemigo y le convirtió en el blanco de sus sonoras críticas, menores de las esperadas. La victoria hizo de bálsamo. La siempre singular afición del Estudiantes fue a Arganda para silbar a Felipe y se encontró con el argumento que necesitaba para proclamar, como le gusta, que su equipo, por encima del viejo rival, es el mejor de Madrid. Al menos hasta que acabe la Liga, cuyas conclusiones son mucho más serias que las que se pueden sacar en el Torneo de la Comunidad de Madrid, del que el conjunto colegial se proclamó ayer campeón por séptima vez.

Cumpliendo con la tradición, Estudiantes se empleó con entusiasmo, desplegó un baloncesto ambicioso y su triunfo resultó incontestable. Dejó buenas vibraciones de cara al inminente inicio de la Liga ACB. Sobre todo en la primera parte, en la que los jugadores de Sáinz de Aja dieron un recital de tiro, con Garnett -máximo anotador y mejor jugador del torneo- de abanderado. Estudiantes llegó al descanso con 57 puntos en su casillero (31 en el segundo cuarto) y un soberbio 81% de acierto en los tiros de dos (17/21).

Enfrente, el Madrid no encontraba la forma de parar semejante aluvión, y ni los tiros libres -en los dos primeros cuartos lanzó 13 más- le servían para mantenerse a flote. Tarea complicada, por otro lado, cuando a las virtudes del rival se unen los errores propios, entre los que sobresalió la vieja propensión madridista a las pérdidas de balón: 17 al final del partido, por 10 de Estudiantes.

En el Madrid, el único que rendía conforme a lo esperado era Tarlac, el armario ropero de origen yugoslavo que Scariolo se ha traído de los Chicago Bulls para meter miedo en las zonas. Menos noticias hubo de su colega, el croata Tabak, que en la recta inicial hizo tres faltas casi seguidas que le abocaron a muchos minutos de banquillo. Pero, por encima de unos y otros, al Madrid lo que se vio es que le fallan los cimientos. Sin cuatro internacionales, con Djordjevic lesionado hasta hace unos días y Herreros, que ayer no jugó, tocado desde la gira por Argentina, la pretemporada le ha servido la mitad que al Estudiantes.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de septiembre de 2001