Los pintores que ayer salieron a la calle en Vitoria para plasmar en sus obras los paisajes urbanos pudieron disfrutar de los primeros matices otoñales. Muy cerca unos de otros, mirando a los mismos puntos para conseguir visiones diferentes. Ninguna iluminación supera a la luz del día.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de septiembre de 2001