La tradicional puntualidad de los telediarios de Televisión Española ha caído por los suelos. Y no por dificultades técnicas o por un fallo humano, sino por anteponer las transmisiones deportivas a las noticias políticas. En una jornada en la que el Telediario-1 se disponía a dar cuenta, según su presentador, del 'ambiente prebélico' que se vivía en Washington, Islamabad o Kabúl, del atrincheramiento de los talibán y del plan de ataque de Estados Unidos, la cadena pública optó por retransmitir hasta el final una carrera de motos. El Telediario-1, que debía comenzar a las 15.00, arrancó con 12 minutos de retraso (11 minutos y 59 segundos, a tenor de la precisión efectuada por la cadena).
Poco antes del comienzo del informativo, La Primera ofrecía en directo el Gran Premio de la Comunidad Valenciana de Motociclismo. En la prueba de 500cc, Sete Gibernau tenía la victoria al alcance de la mano. Y TVE decidió no interrumpir su marcha. En estas ocasiones, cuando la emoción de un acontecimiento (deportivo, taurino, musical) lo exige, el ente público habilita su segundo canal de televisión para transferir a esa frecuencia las imágenes en directo y permitir así que los informativos arranquen a su hora. Otra de las fórmulas utilizadas, especialmente para el Telediario-2, es emitir un informativo de menor duración en el intermedio del acontecimiento en cuestión (casi siempre fútbol).
Pero los responsables de TVE decidieron ayer no pasar el motociclismo a La 2 porque a esas horas este canal transmitía, dentro del programa Estadio 2, un partido de baloncesto femenino entre España y Lituania, que se saldó con una victoria de la selección española y una medalla de bronce. Un portavoz del ente público explicó que, 'dado el desarrollo de las dos competiciones deportivas y sus resultados, se optó esperar a que ambas terminaran'.
Mientras tanto, puntuales en el plató, lo presentadores del Telediario-1 esperaban con cierta perplejidad recibir desde el control la indicación para comenzar. José Ribagorda, presentador del informativo, salió al aire sin dar ninguna explicación.
Los 12 minutos de retraso alteraron el ritmo y el contenido del espacio de noticias. Algunas conexiones en directo tenían contratados enlaces hasta las 15.15. La última hora informativa sobre el conflicto bélico que se avecina se tambaleó por no frenar una carrera de motos o aplazar durante unos minutos el desenlace de un partido de baloncesto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de septiembre de 2001