Parece ser que es más fácil copiar los comportamientos asociales que las buenas acciones. Cuando el comportamiento de los pilotos en los últimos años ha ido creando una corriente de opinión contraria a que unos pocos puedan tomar al resto de ciudadanos como rehenes por una discusión con su empresa, nos encontramos con que esta forma de actuar ha creado escuela.
Me estoy refiriendo a los maquinistas de Renfe de cercanías, los que, por lo menos en la línea Gandia-Valencia, este mes han estado provocando retrasos de 15 a 30 minutos con los problemas que eso está creando a los trabajadores que utilizan diariamente este transporte. Según comentan los revisores y el resto de personal se trata de una huelga encubierta para conseguir unos minutos más en el intercambio entre trenes. Quizás nuestros dirigentes deberían tomar alguna medida al respecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de septiembre de 2001