Unos 500 delegados de la función pública de CC OO, UGT y CSI-CSIF se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno en Valencia para protestar contra los Presupuestos Generales de 2002, que consideran que sostienen una previsión irreal de la inflación, que es el elemento que determina las subidas salariales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de septiembre de 2001