El pasado fin de semana comenzó su andadura un singular proyecto cultural -la Calle de la Cultura- en el Campo de las Naciones, organizado por UGT-Madrid y patrocinado por la Consejería de Cultura de la Comunidad, con el propósito de hacer extensible y cercano un amplio espectro cultural teniendo como escenario uno de los paseos del parque madrileño y el Auditorio de Música del mismo.
El motivo por el que les dirigimos esta carta es el de dejar constancia de la grata experiencia de ver cómo las artes (dramática, pictórica, artesanal, musical), tan lejanas a veces del común de los ciudadanos, se han transformado y proyectado para envolver a los asistentes en un espacio común de convivencia cultural (en el que, por cierto, hubo numerosa participación de niños y niñas), reflejándose elevadas muestras de interés por parte del numeroso público asistente, en consonancia con la colaboración desinteresada de los organizadores del evento.
Por todo ello, consideramos que, en los convulsos tiempos que nos van a tocar vivir, la única solución a los problemas a los que se enfrenta la humanidad es la potenciación de los valores humanísticos, basados en el amor a los demás, el respeto, la tolerancia, la educación y la cultura.
Aspectos todos ellos que, en síntesis, se han sabido recoger en la Calle de la Cultura, aplaudiendo con efusividad la iniciativa y esperando que en el futuro no sólo se mantenga, sino que se convierta en un verdadero referente cultural. ¡Enhorabuena y adelante!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de septiembre de 2001