Un salvadoreño de 72 años salió hace unos días de una selva de Guatemala donde permaneció 32 años tras huir de la guerra que libraron El Salvador y Honduras en 1969 por problemas limítrofes y que duró sólo cien horas. El Diario de Hoy relataba el pasado lunes la historia de Salomón Vides, un campesino que llegó a Honduras en 1965 con el fin de trabajar para ofrecer mejores condiciones de vida a su familia, pero cuatro años después, cuando tenía 40, se vio en medio del conflicto y el miedo le hizo huir lo más lejos posible. Según el reportaje, Vides fue encontrado de manera fortuita el pasado día 15 por unos cazadores, ante quienes alzó los brazos y, creyendo que eran hondureños, les dijo: 'Si vienen por mí, aquí me tienen. Ya no huiré más. Si quieren matarme, mátenme de una vez'. Con el título de Memorias de un olvidado, el diario señala que 'lo que sucedió a Salomón Vides es dramático y conmovedor. También es una historia llena de ironía: fue una guerra entre Honduras y El Salvador lo que le obligó a ocultarse en una selva tosca y accidentada de Guatemala'. Agrega que 'lo paradójico es que la lucha duró sólo cien horas, aunque Salomón pasó desnudo, luchando casi en estado salvaje, más de once mil días de su vida en medio de lo agreste, la rudeza y el silencio'. Una centenaria disputa limítrofe llevó a El Salvador y Honduras a un enfrentamiento armado el 14 de julio de 1969 y para llegar a un Tratado General de Paz mediante un diálogo bilateral llevaron el caso ante la Corte Internacional de Justicia, que emitió su fallo el 11 de septiembre de 1992. Pero Salomón Vides vivió ajeno a esas noticias y pudo sobrevivir alimentándose con hojas, semillas y frutos que encontraba en la selva, a la que aprendió a 'comprender' y a disfrutar de su paz y tranquilidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2001