El Barça no cambió ayer el signo de la historia y hoy seguirá llevando 16 años sin ganar en Alemania. La derrota, la primera en lo que va de temporada, dolerá aún más en los azulgrana porque empezaron dominando el partido con un primer gol de Luis Enrique y acabaron regalando los tres puntos al Bayer. El equipo de Klauss Toppmöller tuvo la virtud de no hundirse después de que su portero Butt fallara un penalti y fue capaz de remontar en la segunda parte en menos de media hora. Rexach reaccionó tras el empate y apostó por Saviola que relevó a Geovanni. Quizá quiso frenar así las posibles críticas por la suplencia del argentino, pero el cambio descompensó al equipo porque el brasileño había llevado de cabeza a la defensa alemana. El Bay Arena, lleno hasta los topes celebró la victoria casi como un título.
BAYER LEVERKUSEN 2| BARCELONA 1
Bayer Leverkusen: Butt; Sebescen (Basturk, m. 46), Nowotny, Lucio, Placente; Schneider, Ramelow, Ballack, Ze Roberto (Zivkovic, m. 82); Neuville y Kirsten (Ojigwe, m. 75). Barcelona: Bonano; Puyol (Gabri, m. 71), Christanval, Andersson, Sergi; Rochemback (Gerard, m. 72), Xavi, Cocu; Kluivert; Geovanni (Saviola, m. 55) y Luis Enrique. Goles: 0-1. M. 21. Luis Enrique recibe una gran asistencia de Kluivert, regatea a Nowotny y supera a Butt por alto. 1-1. M. 51. Basturk recibe un pase de Neuville y marca con un disparo raso desde la frontal del área. 2-1. M. 69. Neuville remata solo y desde el interior del área un centro desde la derecha de Schneider. Árbitro: Hugh Dallas (Escocia). Mostró tarjeta amarilla a Puyol, Xavi, Ramelow, Cocu, Lucio y Neuville. Bay Arena de Leverkusen. Lleno. Unos 25.000 espectadores.
Fue como si se desmoronara un castillo de naipes. Un trueque de papeles. El Barça cuajó posiblemente la primera mejor parte del año y acabó sucumbiendo ante el vendaval alemán. Anoche se cayeron varios de sus bastiones: la defensa azulgrana podía presumir de haber encajado en lo que va de curso sólo dos goles de penalti y ayer recibió dos de jugada en momentos en que la zaga quedó retratada y Bonano vendido. A Saviola apenas se le vio. Sólo en una ocasión en la que Kluivert le metió un rapapolvo por enviarle un pase de oro a los pies y algo más adelante. El Bayer ahora lidera el grupo y a Rexach le queda un consuelo: que en la segunda vuelta -falta aún por jugar el partido suspendido ante el Olympique de Lyón- podrá disponer de Rivaldo.
Al Barça actual lo componen un grupo de jóvenes veinteañeros y de fichajes capaces de trampear en la Liga ante rivales menores y de derrotar en Europa al débil Fenerbahce pero no de resistir ante el Leverkusen, en plena resurrección y avalado por la estadística: suma 12 partidos sin perder. Rexach olvidó las veleidades y apostó por el mismo grupo de Turquía. Y el plan, de entrada, funcionó. El Bayer, consciente de que estaba en juego medio billete para la segunda fase, jugó adelantado y aceptó el desafío azulgrana. Pero de entrada el pulso cayó del lado del Barça: siempre tuvo más el balón y no sufrió. La pelota, en un césped en buen estado, corrió rápida, muchas veces al primer toque. El equipo, con más automatismos, puso el cerrojo atrás y aprovechó los espacios de la zaga alemana gracias a la movilidad de Kluivert, la chispa de Luis Enrique y las carreras de Geovanni que reconvertido en extremo izquierdo que se fue cuando quiso por su habilidad, su regate y su punta de velocidad.
Neuville, a centro del peligroso Ballack, pudo, pese a todo, romper el partido a las primeras de cambio aunque el balón se le fue fuera por poco. Pero el Barça, que siempre dio sensación de peligro, llegó fácil al área y se encontró con el gol. El holandés asistió a Luis Enrique que se plantó sólo en el área, se libró de Nowotny, que resbaló, y encaró el portero hasta lograr un gran gol. Nadie vio el fuera de juego: ni el árbitro, ni los jugadores alemanes ni la grada. El Bayer empezó a avisar lo que se avecinaba: primero desperdició el penalti con el que el árbitro castigó una acción de Andersson sobre Ballack. La grada clamó el nombre de Butt, el portero y especialista del equipo, pero envió el balón fuera.Sebescen protagonizó un potentísimo chut que Sergi desvió y un cabezazo justo antes del descanso.
El Barça se enredó camino de la ducha al protestar por una tarjeta a Puyol -el delegado del equipo tuvo que ir a separar a los jugadores- y el Bayer salió al campo mucho más centrado. Toppmöller sacrificó al activo Sebescen y reforzó su frente de ataque con el turco Basturk. Fue el autor del gol del empate tras rifarse a media defensa y plantarse sólo ante Bonano. Rexach llamó después a Saviola sin éxito. El Barça perdió definitivamente el control del partido y acabó a merced del Bayer.
El portero Butt falló su segundo penalti sobre 22
'¡Butt, Butt, Butt!'. La hinchada del Bayer Leverkussen corea confiada el nombre de su portero cada vez que el árbitro pita un penalti. Hans-Jorg Butt, de 1,91 metros, 91 kilos y 28 años, es un especialista. Ya los tiraba en el Hamburgo y lo sigue haciendo ahora en el Bayer, así que cuando el escocés Dallas decretó ayer la pena máxima en una entrada de Andersson a Ballack, Butt se fue hacia el punto fatídico sin temor. La estadística le avalaba: había marcado 20 goles de penalti y sólo había fallado uno, hace dos temporadas contra el Friburgo. El ritual es siempre el mismo. Lo relató Andersson a Bonano antes del partido: 'Nunca fusila, sino que tira a colocar con el interior del pie, procurando buscar los postes y las esquinas. Acostumbra a engañar al portero'. Butt tiró a colocar y engañó a Bonano, pero su lanzamiento raso fue indigno de un especialista: salió fuera, muy a la derecha del meta, cuestionando seriamente su credibilidad. Una situación curiosa ya que el Barça sólo ha encajado dos goles en la Liga, y ambos de penalti.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2001