La pregunta que flotaba en el ambiente del vestuario tras la nueva hazaña del Deportivo en Riazor era cómo es posible que el cuadro blanquiazul haya podido volver a hacerlo y dar la vuelta al marcador en apenas cinco minutos. Además, esta vez la cosa tiene doble mérito porque lo ha conseguido ante un equipo experimentado en estas lides. Curiosamente el siempre frío Irureta ofreció la respuesta menos académica: "Hemos ido a por el partido de forma desenfrenada y eso nos ha acabado dando el triunfo". Para el técnico del Deportivo la actitud inconformista de su equipo es la que le permite obtener remontadas y milagros como el conseguido en las dos primeras jornadas de la Champions League, en las que ha sacado cuatro puntos cuando cabía pensar que iba a quedarse sin ninguno.
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El brasileño Mauro Silva va más allá de este análisis y asegura que las remontadas son una virtud del equipo, que nunca se desespera y mueve el balón de lado a lado del campo hasta el final buscando su oportunidad. "Estas cosas ocurren mucho en el fútbol", indicó el centrocampista, que se mostró sorprendido por la actitud conservadora del Manchester durante todo el partido: "No esperábamos que estuviesen metidos tan atrás y que renunciasen así al ataque".
Las casualidades del fútbol hacen que el verdugo final del Manchester fuese un jugador que hace un par de años estuvo a punto de recalar en sus filas, Naybet, que huye de cualquier explicación científica y resume sus sensaciones con el socorrido "el fútbol es así". El presidente del club, Augusto César Lendoiro, buscaba causas más profundas y sentenciaba que el gol de Naybet era una "venganza" contra el club que lo pretendió. Quiza lo más lógico es pensar que el gran pase de Valerón a Pandiani y la fe del Deportivo acabaron por darle el triunfo. El jugador canario es el talismán del equipo en la Champions: ayer dio una asistencia y la semana pasada marcó en el último minuto para dar un punto a su equipo.
El técnico del Manchester, Alex Ferguson, se mostraba satisfecho por el juego del equipo aunque confesaba estar "muy decepcionado" por una derrota tan de última hora. A su juicio, el nuevo sistema de rotaciones que está implantando en el equipo está empezando a funcionar pero falló "en los últimos cuatro minutos". Verón, la nueva estrella del campeón inglés, insistió en que su equipo tuvo oportunidades para sentenciar el partido en la segunda parte pero no supo aprovecharlas, por lo que no queda más que "mirar hacia delante y tratar de mejorar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de septiembre de 2001