Los Presupuestos del Estado de este año no se van a cumplir, como es habitual. Además de que el crecimiento económico va a ser inferior a lo esperado, algunos gastos se han disparado, en especial, los destinados a pagos corrientes. Según datos del Ministerio de Hacienda, los ingresos serán superiores a lo previsto, pero la cifra no compensará la desviación en los gastos, que también serán mayores.
Así, frente a una previsión inicial de 124.373 millones de euros, los pagos serán finalmente de 127.536 millones; es decir, 3.163 millones de euros por encima de lo que se aprobó en el Parlamento. Entre los gastos corrientes, la principal desviación se producirá en los gastos financieros (casi 1.000 millones de euros), así como en las transferencias corrientes (más de 2.000 millones).
En los ingresos, la desviación será al alza, ya que se presupuestaron 122.926 millones de euros y ahora se esperan 125.062, es decir, 2.136 millones más. Resultará mejor la recaudación por IRPF, inferior la del impuesto de sociedades y casi 1.000 millones menos la del IVA. Los ingresos no tributarios compensan estos desfases.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de septiembre de 2001