El Gobierno ha decidido subir los impuestos que gravan el tabaco, las autopistas y el butano. En cambio, mantendrá congelados los de los carburantes y el alcohol. En el caso de las autopistas, el IVA subirá desde enero próximo del 7% al 16%. La subida se debe a una exigencia de las autoridades comunitarias después de que España redujera el IVA hace dos años para apagar las protestas ciudadanas y como fruto de un acuerdo entre PP y CiU.
Para el tabaco no se actualiza el impuesto especial, pero sube el tributo específico, lo que representará un aumento de 0,018 euros (unas tres pesetas) en el precio de cada cajetilla.
En el caso de la bombona de butano, el IVA sube del 7% al 16%, tras una denuncia de la Comisión Europea ante el Tribunal de Luxemburgo. No se sabe todavía si la empresa Repsol repercutirá esta subida.
Queda congelado el impuesto especial que grava el precio de los carburantes y el alcohol. El Gobierno pretende con esta medida contribuir a no alimentar la inflación, que ya está por encima de la media comunitaria.
También se ha decidido reducir el importe de la tasa radioeléctrica que grava especialmente a las empresas de telefonía móvil. La previsión es reducir en un 62,2% la cantidad que se cobra a las empresas por este impuesto. Esto supondrá ingresar unos 60.000 millones de pesetas en lugar de los 160.000 previstos para este año. El Gobierno todavía no ha ingresado nada por la tasa radioeléctrica, ya que las empresas lo recurrieron a los tribunales, lo que paralizó su aplicación.
El secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga, justificó ayer esta rebaja porque la situación del mercado de los móviles ha variado este año 'tal y como han puesto de manifiesto las propias compañías', debido a que la nueva tecnología -la UMTS- no está disponible todavía'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de septiembre de 2001