Una persona resultó muerta y otra herida ayer en la capital turca, Ankara, como resultado de una explosión de origen desconocido en el cementerio de Karsiyaka. La cadena de televisión NTV señaló que la explosión podría deberse a un atentado suicida.
Ya el pasado 10 de septiembre un militante de extrema izquierda cometió un atentado suicida en Estambul como protesta contra la polémica reforma del sistema penitenciario turco. En aquella ocasión tres personas resultaron muertas y más de veinte con heridas de diversa consideración.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de septiembre de 2001