Los forenses que ayer testificaron en el juicio contra un ciudadano chino acusado de violar a su sobrina en el interior del restaurante de la familia, aseguraron que la víctima sufre un retraso mental, tiene una edad mental de seis años y carece de capacidad para inventar los hechos tal como los relata.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de septiembre de 2001