Unas 30 personas tuvieron que abandonar el pasado miércoles una estación del metro de Los Ángeles aquejadas de picor en los ojos y falta de respiración. La policía investiga el caso de lo que en un primer momento creyó que podrían ser gases tóxicos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de septiembre de 2001